martes, 6 de marzo de 2007

AYAY, AYAY, AYAY

¡Llévame a la cala¡
¡Llévame¡
A soñar con piratas
Y veleros pintados
A jugar con las olas
Y romperme el brazo
¡Llévame a la cala¡
¡Llévame¡
A mirar chicas guapas
Y estar enamorado
A dormir en la cueva
Y despertar mojado
¡Llévame a la cala¡
¡Llévame¡
A quemarme con la luna
Y estar encantado
A buscar un amigo
Y encontrar una aliado
¡Llévame a la cala¡
¡Llévame¡
AYAY, AYAY, AYAY
¡Llévame¡

lunes, 5 de marzo de 2007

Prefiero no saber...

Comparto contigo lo que me dices. A veces es mejor no conocer, vivir en la ignorancia supina, si aquello que debemos saber no sale de la boca de quien debe decírnoslo.
El desconocimiento nos hace felices, viviendo en un mundo de fantasía por el cual respiramos, creyendo a pies juntillas lo que nos dicen, los susurros de una voz que se pierde en el alba, en el solsticio de verano o en el calor del frió invierno. No saber. Saltar de un sitio a otro sin preguntarse donde ponemos los pies, sin red donde parar la caída, siendo seres inmaculados que flotan sobre la verdad. Prefiero no conocer. Dejarme llevar por lo que el corazón dicta, dejando la razón en un gueto sombrío, sin salida. Desconocer.
Confianza, hermosa palabra, pero al fin y al cabo, solo eso, una palabra que se estrella en la mañana de los hechos dejando que el sol esclarecedor queme los ojos, rompa las entrañas y deje un poso que te retuerce cuando intentas olvidarla.
Igual que tu, prefiero crear mundos ingravidos, donde el universo inventado lidere al real, mientras lo que nos envuelve cambie cual mundo quántico que no puedes observar. Y crear desde las vísceras, falsas, pero mías. Creyendo encontrarme ante la tierra que nos prometieron, frente al mar que aseguro que nos mecería en medio de la tormenta…antes de dejarnos caer en el profundo abismo.
Prefiero no saber, si tus labios se cierran porque tus ojos dicen lo que a tu alma inquieta.

sábado, 3 de marzo de 2007

Momentos

Sin pretenderlo, dejándonos llevar; sin esperar nada porque nada buscamos. Nos miraban entre caldos de la ribera del Duero, esas miradas que desconocen lo conocido y escuchan lo deseado.
Salen los deseos y las fantasías entre la libertad que se intuye pero se oculta, enmascarada en un festival veneciano donde las voces no pueden ocultar lo que el cuerpo personifica. Hablábamos de amor, deseo, sexo y amistad, mientras el oscuro liquido irlandés regaba la sequedad del camino de la perdición…
Hay momentos en que uno es feliz compartiendo la levedad de la noche que te acaricia y te mece. También hay otros momentos…